Buenas noches amigos! O tal vez sean días. Son las 5 y 20 de la mañana de un Martes día 1 de Febrero de 2005; es Martes y... lo de hoy es digno de contarlo nada más llegar a casa.
Por orden: Hoy (ayer) he tenido examen a las 19 horas y según he entregado el examen sabía que nada bueno podía pasar; para variar, tenía razón... Todo ha empezado tomando unas cervecitas cerca de donde estudio oficialmente y después un amigo de cuyo nombre es mejor que no recuerde ha dicho: "Vamos al restaurante del chino cochino que os invito a cenar"
El chino cochino es un chino que es mucho más especulador que cualquier especulador sobre la faz de la tierra; lleva 15 años en España, no sabe hablar español y tiene un emporio que ríete tú del de Zara. Después de cenar nos ha invitado a unas copas, donde como es de rigor él se ha apuntado. Hasta aquí todo es normal en mi vida... Después el chino ha dicho: "Venir a mi restaurante, yo invitar copas" Total que es la 1 de la mañana y estoy en un restaurante chino, hablando de política con un extranjero de sudamérica que es amante de mucho dictadores. Yo he dicho: "La próxima invitamos a la Falange Española para que aprenda". Básicamente porque hemos llegado a la conclusión de que lo peor es ser Argentino, comunista, homosexual (maricón) y judío.
Hasta aquí todo normal... El chino no ha podido deshacerse de la mujer y no se ha podido venir con nosotros al nuevo bar... En San Sebastián de los Reyes que ponía en la entrada club.
¿Qué decir amigos de un club? Allí había mujeres teutonas, trepacocos y demás gente de mal vivir donde sólo querían que les invitaramos a una copas. Bien, coño bien, son las 4 de la mañana y yo entro a trabajar dentro de 5 horas. Después de deshacerme de varias mujeres de mal vivir consigo que nos vayamos pero, ¿para qué irnos sin ir a otro club? Me dan una vuelta por la carretera de burgos y consigo que no me maten. Ya me tengo que cabrear y decir hasta aquí he llegado; si no es por mi, todavía seguimos dando vueltas por Madrid.
En resumidas cuentas: La primera vez que voy a un club y no creo que vuelva. Y antes de que os alarméis; tranquilos: no he pedido los servicios de ninguna mujer aunque una estaba especialmente interesada en que fuéramos a bailar bakalao a un jacuzzi. A lo cual yo he tenido que respoder: ¡Qué bar más raro!
Mientras escribo esto, estoy escuchando: El sonido de los 6 ventiladores que tiene mi ordenador.
PD: Y me voy de empalme al trabajo, porque si tengo cojones para salir un Lunes hasta las 5 y media, también tengo cojones para ir a trabajar; que ya soy mayorcito.